Si está tratando de todas las maneras mantener la dieta prescrita por el médico, pero siempre caes en la tentación y te la saltas ¿Tal vez la decoración y el diseño de los muebles o el color de tu cocina están trabajando contra ti?
Para resolver este problema se puede recurrir a la decoración con Feng Shui. La técnica puede ayudar a controlar y mejorar sus hábitos alimenticios.
Para armonizar nuestro entorno, es importante generar el equilibrio de la madera de los elementos, tierra, metal, fuego y agua. Cada uno de ellos corresponde a un órgano de nuestro cuerpo y, cuando no está balanceada, cada uno es responsable de algunos síntomas desagradables tales como dolor en las piernas, fatiga, dolores corporales, gastritis, dolor de cabeza, etc…
La consultora de Feng Shui, Regina Ruiz de Rossini, explica: “Cuando aplicamos el Feng Shui en nuestro entorno, aumentamos las posibilidades de que nuestro cuerpo entre en equilibrio, así nuestra ansiedad disminuye y la disposición para una reeducación dietética aumenta”.
Relación de los órganos y los elementos:
MADERA, el hígado y los órganos asociados (tendones, músculos, ojos);
FUEGO, el corazón y órganos asociados (los vasos sanguíneos, lenguaje);
TIERRA del bazo, estómago y órganos asociados (boca);
METAL-los pulmones y órganos asociados (piel, nariz);
AGUA, el riñón y órganos asociados (huesos del oído).
Trate de mantener tu casa limpia y con un suave aroma a lavanda. Mantén tu cocina limpia, organizada y con luz. Usa colores brillantes y pasteles para disminuir el apetito. Y colores vibrantes y suficientemente fuertes como para aumentarlo. Colores como el naranja, rojo y amarillo fuerte son dinámicos y estimularán la masticación y el apetito.
Si cerca de la puerta de entrada de tu casa hay una pared, con el fin de crear una sensación de obstrucción, coloca un gran espejo en la pared, por lo que la gente pueda verse cuando entre en la casa. Esto reducirá la sensación de inseguridad.
Si la puerta abierta va directamente a la cocina, o tiene vistas a ella, prueba a utilizar los tonos fríos y pasteles para calmar el apetito. Estos colores pueden estar en las paredes o incluso en los accesorios que se encuentren alrededor de la habitación.
