Uno de los elementos imprescindibles en cuarto de baño son la mampara o la cortina. Colocando una de las dos soluciones evitaremos poner todo empapado durante la ducha. Además de esa función, es importante destacar que tanto las unas como las otras pueden tener una función decorativa y aportar un toque diferente a nuestro baño. Pero, para ello, lo primero que deberemos decidir es si queremos colocar una mampara o si preferimos una cortina; el resto, ya vendrá.
En primer lugar debemos destacar los puntos positivos de las mamparas. Éstas, por contar normalmente un cristal transparente, suelen dar sensación de amplitud. Además, las mamparas evitan en mayor medida que el agua salga hacia afuera, especialmente, si tenemos una ducha de hidromasaje con chorros a presión. Eso sí, aunque cada vez hay mamparas más originales y bonitas, suelen destacar menos que las cortinas. Serán ideales para baños elegantes o para baños de diseño.
Tanto las mamparas como las cortinas cuentan con ventajas e inconvenientes
Por otro lado, las cortinas ofrecen una mayor variedad de diseños y colores y pueden ser más decorativas. Por eso, serán la opción perfecta si buscamos cuartos de baño más alegres y divertidos. En el caso de contar con una bañera de estilo antiguo, también sería buena idea colocar una cortina con diseño vintage o una cortina con un diseño más clásico que permita recrear un ambiente de otra época. Además, hay que mencionar que las cortinas son mucho más cómodas de limpiar que las mamparas, ya que no cuentan ni con rieles ni con juntas y que se pueden quitar fácilmente. Por supuesto, su precio también es menor y su colocación mucho más rápida.
Ya veis que cada cual tiene sus ventajas y sus inconvenientes, así que tendremos que barajar ambas posibilidades y decantarnos por la opción que más nos convenga.
