Las mamparas de ducha son ya uno de los elementos clave en nuestro baño y por ello debemos tener en cuenta y cuidar especialmente tanto su mantenimiento como su limpieza, muy importante para que estén siempre perfectas y como nuevas.
Por su parte, la mampara del baño queda sujeta a la pared de la ducha a través de tornillos de acero inoxidables. Una vez que ya hemos conseguido sujetarla, esto debe sellarse siempre con silicona para evitar de esta forma que pueda separarse del lugar donde hemos decidido colocarla. Esta silicona se usa tanto en las paredes como en el plato de ducha propiamente.
Esta silicona, para garantizar su uso, debe ser siempre de una excelente calidad y si es posible escoge siempre una tipo de silicona que es especial para usarse en los baños. Ésta se caracteriza por ser anti-moho, es decir, fungicida.
Por su parte, si los lados de la mampara son blancos, siempre es mejor usar una silicona blanca, mientras que si es de otros colores lo ideal es usar silicona transparente.
Cuando usemos la silicona para realizar el sellado, debemos tener en cuenta que siempre debe hacerse por la parte exterior, de forma que la parte de la silicona sea verdaderamente estrecha y casi ni llegue a verse. De esta forma, el diseño del baño con respecto a la mampara quedará mucho más estético.
Recuerda además que nunca debes sellar por dentro ya que al agua finalmente podría llegar a filtrarse y no habría servido de nada en ese caso.
El sellado será totalmente efectivo una vez que hayan pasado alrededor de 24 horas, que es el tiempo que necesita la silicona para secarse completamente.
Por su parte, éstos son todos los pasos que debes seguir para conseguir fijar tu mampara a la ducha de tu baño. ¡Síguelos y no tendrás ningún problema a la hora de colocar tu mampara!
