Una habitación juvenil debe tener ante todo una decoración divertida, alegre y fresca. Para transformar una habitación infantil a una de adolescente, es suficiente con hacer pequeños cambios en algunos elementos decorativos y añadir complementos más juveniles. Elige los colores claros para pintar las paredes, que aportarán al dormitorio un ambiente suave y relajante. Puedes combinar dos colores como un blanco luminoso y un gris perla. Añade más colores con detalles decorativos como cortinas, la ropa de cama, cojines etc.
También se lleva el papel pintado en algunas de las paredes. Los hay de diferentes diseños muy originales, flores para la chicas, figuras geométricas para ellos, etc.
Mezcla diferentes texturas con tejidos alegres y colores vivos para dar un estilo juvenil y desenfado al dormitorio. Estores o cortinas con colores vivos, fundas nórdicas, cojines en color verde manzana, granate, o anaranjados, son tonos alegres y muy juveniles.
Decora las paredes con las fotos del adolescente con sus amigos o de sus viajes. Puedes ponerlas directamente sobre la pared o coloca un corcho a modo de panel para poner todas estas fotografías. Es una forma de personalizar el dormitorio del adolescente para que sienta que es su lugar más privado.
Elige un mobiliario ligero, que no recargue demasiado la habitación, ni ocupe mucho sitio. Coloca preferiblemente alguna estantería para sus libros y demás objetos personales del adolescente.
Si la habitación es de una chica, elige colores pastel como rosas y lilas, con objetos femeninos como una alfombra de pelo bien mullida para caminar descalzo. Coloca cojines con estampados de flores o de corazones o incluso un bordado con el nombre de la adolescente.
La iluminación de un dormitorio juvenil debe ser potente para cuando tenga que estudiar pero también es importante poner alguna lámpara en un rincón estratégico para conseguir un ambiente más acogedor.