El verano está llegando a su fin, septiembre acecha con volver y nada apetece más que aprovechar los últimos momentos de tus vacaciones. Puedes ponerle un broche de oro al mes de agosto celebrando una fiesta veraniega. No hay nada que apetezca más que disfrutar de buena comida, bebida y nuestros amigos bajo el cielo despejado de verano. Con nuestros consejos puedes ser el anfitrión de un encuentro que servirá para aguantar la temida vuelta a la rutina.
La decoración necesaria para celebrar esta fiesta es muy sencilla y se basa en los detalles. Tú decides qué cantidad de tiempo y dinero quieres invertir, pero tanto si quieres pagar por los elementos decorativos como hacerlos tú mismo el gasto monetario será mínimo.
Lo primero que deberás decidir es cómo será la iluminación. Si se va a celebrar en un interior o si no hay viento que arruine rápidamente el efecto las velas son una magnífica idea: dan calidez y cuando caiga la noche se verán preciosas. Sin embargo, si dispones de un espacio abierto para la fiesta te recomiendo hacer uso de la iluminación navideña para darle el toque mágico que buscamos (de las blancas, no uses las de colores o con música).
Las mesas serán la clave en la que centraremos toda nuestra atención. Decorarlas acorde con la temática es muy fácil, y con unos pocos detalles la diferencia será inmensa. Por ejemplo, utiliza tus frascos, botellas, jarras o jarrones de cristal como maceteros con flores de colores. Cuánto más variados los colores y las formas de los recipientes mejor y repártelos por todos los rincones de la fiesta.
La comida será parte fundamental de la decoración. Si algo grita “verano” con todas sus fuerzas es la fruta fresca. Hay cientos de maneras de presentarlas, pero si buscas la manera más original deberás transformarlas. Puedes elegir desde una tortuga melón, chupa chups helados de sandía, o una increíble barbacoa tropical.
La bebida debe evocar al espíritu del verano, por lo que necesitarás más fruta. Todos los cócteles de temporada llevan y con una amplia gama de opciones, pero tu toque personal se mostrará en la forma de servirlo: tomar un delicioso cóctel con su recipiente natural puede marcar la diferencia. Y si no quieres dedicarle más tiempo, las sombrillitas hacen a la perfección su trabajo.
Por último, un espacio dónde relajarte hasta bien entrada la noche será el mejor fin de fiesta. Unas cuantas mantas, todos los cojines que puedas utilizar, una mesita baja y luces o velas para decorar y tu espacio chill out estará listo. Ahora podrás tumbarte, disfrutar de la noche y despedir al verano como se merece.